jueves, 3 de mayo de 2012

Adicta...



Dos meses y pico de reflexiones, las musas desaparecieron dando paso a un hogar de cables enredados en mi cabeza y... Aquí estoy, en mi lugar de los "tormentos" desenredando esa maraña de cuerdas que atora mi pensamiento...

Me quedé en el punto de salir huyendo, como siempre, pues bien...Huí y regresé, porque no hay droga más dura que la que uno no quiere dejar... Porque me siento tan bien cuando entra por mis venas que mataría por unos segundos de ese placer embriagador corriendo por ellas como un auto en una autopista sin límite de velocidad...

Me he dado cuenta que no tengo límites, que, cuando intento censurar algo siempre es mucho peor. No hay nada más amargo y adictivo que saber que no vas a poder obtenerlo... Siempre ha sido así y siempre lo será, no soy una excepción... También he aprendido, tras muchos golpes, que lo que tiene que ser, será...No importa lo duro que lo intentés, porque hasta que no tenga que ser, no va a pasar...El tiempo, supongo, es nuestro mejor y peor aliado (claro, linda frase para una persona tan impaciente como yo)

Me encantaría que mis genes me hubieran dotado de una paciencia infinita, me ahorraría muchos disgustos y bastantes protectores de estómago "-Es que sos puro corazón y tripas, rubia" dicen mis amigos... Sí, lo soy, no sé vivir las cosas a medio gas, siempre lo quiero todo, y si no lo tengo, me da igual... Lucho como una espartana hasta conseguirlo. Nunca me rindo y eso, quizá, sea otra virtud...Aunque a veces se convierte en un gran defecto...

También pienso que debería seguir mis propios consejos: "Vive la vida como si fuera el último día" "No te enamores nunca" "Juega hasta morir y no pierdas nunca la ilusión" los consejos son buenos para los demás, ¿no? A mi, la verdad, no me han servido de mucho, porque cuando no quería enamorarme, caí como una pelotuda, cuando me estaba gustando el juego, decidí dejar de hacerlo e involucrarme un poco más... Así me va... 

Intento ser un mármol de Carrara frío, un quirófano estéril, un témpano de hielo groenlandés... Pero mi adicción hace que caiga una y otra y otra vez... Partiéndome la cabeza, inundándome con sus aromas y sus sonidos... Haciéndome volar a un mundo imaginario donde soy el objeto de su deseo...Hace que me sea imposible distinguir lo que es real de lo que no lo es, volviéndome una loca adicta que sólo quiere un viaje más sin importarle lo que pasará mañana...No importa el precio, no importa el lugar ni quienes estén a mi lado... Tan sólo un chute más...

Mi razón golpea fuerte las ventanas, haciéndome señales para que deje de hacerlo, pero no le hago caso... La anestesio con los placeres de su consumo, prefiero no pensarlo, prefiero cerrar los ojos, porque si despierto, la realidad es tan jodida, que creo que no podría resistirlo... A veces, logra captar mi atención y me acerco un par de pasos, toco la ventana con la yema de mis dedos y consigue que me aterre convertirme en una adicta, por eso salgo huyendo de nuevo, con pavor por depender de su suministro, con miedo a no poder drogarme más con ella y sentir todo esto cuando la consumo...


"Lo malo de las adicciones es que nunca acaban bien....Llega un momento en el que lo que nos ponía eufóricos, deja de hacerlo y empieza a doler.. Dicen que no superas tu adicción hasta que no tocas fondo, pero... ¿Cómo sabes que lo has tocado? Porque por mucho que algo te duela, a veces, dejarlo ir, duele aún más..."



2 comentarios:

f dijo...

siempre el primer paso es la aceptación, blonde.
amar duele, pero que lindo dolor...
abrazo
f

Mari dijo...

me encanta tu blog! es hermoso en verdad.

pd. te gustaria visitar mi blog? te lo agradecería montones. chaito!