Addicted...

Una y otra vez cayendo hasta las profundidades de este inhóspito lugar en que se ha convertido mi alma...Me arrastro buscando un poco de aliento, tratando de respirar entre este hedor a metano y azufre, queriendo contener el llanto por no poder conseguirlo...Y se embriaga mi alma de esta bazofia que me contamina...Perturba mi mente con imágenes, con palabras, con sonidos que ya no están...Y que no estarán...

Porque todo cambia, todo evoluciona o a veces, involuciona...Siento que doy 3 pasos hacia delante y después 2 hacia atrás...

Me siento una adicta, una dependiente que no sabe vivir sin su droga, que necesita el "chute" diario para poder seguir viviendo, el único instante en que me siento viva, en el que mis alveolos pulmonares y mis bronquios se abren para tomar todo de esta droga que me inunda, haciendo que cada célula que toca este cáncer, se haga un poco más dependiente de su sustancia y así recobrar la vida...

Y me sigo sintiendo como una de esas máquinas expendedoras en las que metes la moneda y obtenés lo que querés...Un poco de compañía, de risas, de amor...No soy más que eso, jamás podré superar esta barrera que hace que me sienta una inútil en cada esfuerzo que hago, una torpe paralítica tratando de levantarse de su silla de ruedas intentando caminar...

Si pudiera contener un poco de aliento, gritaría, pero me quedo parada, inerte, con la mirada perdida y vacía...como si no fuera conmigo esta historia, como si fuera un sueño que tristemente se repite...Sueño que se convierte en pesadilla y perturba mi dormir sin piedad por mis ojeras, que ya son permanentes en esta cara que no es más que un pozo donde vertir estas lágrimas latentes...

Continúo con mi cuerpo pesado que tira de mi hacia abajo, y descuido los jardines de esta casa que es mi alma, dejando que se marchite cada pétalo, cada flor...cayendo lentamente a un pasto seco que pide un poco de vida...Mis pies pasan con los 21 gramos de mi alma aplastando toda esa alegría de aquellos días que hacían que cantara y sonriera por la felicidad de sentir la droga por mis venas, la fuerza y la vitalidad de su anestesia deleitaban mis sentidos haciéndome olvidar cada lágrima, cada golpe, cada caída...

Y danzo abrazada a mi tristeza, con los ojos cerrados, sufriendo...Intoxicándome de sus aromas y pensando...Sólo un poco más...Sólo un poco más...

"Lo más difícil de superar una adicción es querer superarla. Algunas veces, demasiadas veces, lo que empieza como algo normal en tu vida se convierte en una obsesión y de repente dejas de controlarlo. Buscamos la euforia, eso que logra que todo lo demás se desvanezca...

Lo malo de las adicciones es que nunca acaban bien, llega un momento en el que lo que nos ponía eufóricos deja de hacerlo y empieza a doler. Dicen que no superas tu adicción hasta que tocas fondo, pero ¿cómo sabes que lo has tocado? Porque por mucho que algo te duela, a veces dejarlo duele aún más..."