¿Qué haces cuando de repente la vida te pega fuerte de nuevo? O sea, vos pensás en que estás recuperado, que ya no hay nada que vuelva a hacerte sentir así y te sentís libre...Pero de repente voilà, vuelve la angustia, vuelven los dolores de panza, vuelven los miedos y querer huir...No soy yo, es mi pánico constante...
Me encantaría no ser así de miedosa, sobre todo con ciertos actos, ciertas personas...Pero no puedo, tengo tanto miedo a que me hagan daño que no me doy cuenta que sufro como una boluda por ello, vivo "a medio gas" y no puedo evitarlo, mi yo interno lo impide..."Defendete tarada" "Salí huyendo antes que sea demasiado tarde" "Bloqueá esos sentimientos y hacete de piedra"
No, a quién quiero engañar?No soy de piedra, nunca lo seré...Tan sólo en mi hermético quirófano, donde siento que nada me puede herir, me siento serena y tranquila porque yo domino la situación, no me entran angustias ni pánicos, sé totalmente lo que tengo que hacer en cada momento, no me tiembla el pulso, soy una pequeña máquina de mini-precisión que calcula en su cerebro a velocidad infartante posibilidades, soluciones a errores, a resultados que se salen afuera del plan...Pero, cuando la vida se sale del plan, ¿qué hacés?
Cambio... O cambiás o corrés tan rápido como puedas...No soy de las que cambian, y menos cuando sé que lo que siento es sincero, no me adapto a situaciones nuevas, no me gustan, me incomodan. Mi mamá me dice que es por mi naturaleza caprichosa de querer todo, mi papá me dice que es porque soy una inconformista y aunque esté aterrada, quiero luchar por lo que creo...Pero...
Qué hacés cuando sos vos sola la que cree que merece la pena luchar?Porqué nadie entiende que aunque sufra, me resisto al cambio?Porqué quiero seguir negándome a creer que perdí esta partida? Y lo más importante: Porqué sigo preguntandome:
Porqué no fui yo?
Decir cosas como, “la gente no cambia”, vuelve locos a los científicos porque el cambio es literal. Lo único constante en la ciencia. La energía, importa, está siempre cambiando, transformándose, fusionándose, creciendo…muriendo. La forma en la que la gente trata de no cambiar, es antinatural. La forma en la que nos aferramos a las cosas que eran en lugar de aceptar lo que son. La forma en la que nos aferramos a los viejos recuerdos en lugar de generar nuevos recuerdos. La forma en la que insistimos en creer a pesar de cada indicación científica que todo en esta vida es permanente. El cambio es constante. Cómo experimentamos el cambio está en nuestras manos. Podemos sentir como si muriéramos o podemos tomarlo como una segunda oportunidad. Si abrimos nuestros dedos, nos relajamos, nos dejamos llevar…Se puede sentir como adrenalina pura. Como si en cualquier momento pudiéramos tener una nueva oportunidad en la vida. Como si en cualquier momento, pudiéramos volver a nacer...
(Qué grande sos, pequeña Grey!)